martes, 5 de febrero de 2008

Princesa

Una lucha interna de corazones desbordados de ilusiones en un juego placentero de sueños de redención. Una dependencia explicita, analogía de un vicio, de un deseo prohibido, la tentación de transgredir la paz de mar para fundirse en el eterno eclipse del un abrazo.

Y soñar despierto en cada segundo, al compás de la respiración agitada cuando se sueñan tan solo separados por la piel, fundiendo en el eclipse mas que un beso, un abrazo, simplemente silenciar esa ronca voz solitaria de un guerrero milenario que busca sin descansar a su princesa y hacer de esos ríos de lagrimas caducas un océano que solo los Dioses de nuestras trincheras puedan bautizar felicidad.

Caminos gastados de primaveras marchitas, de soles de inviernos eternos, de nubes negras de verano y un arco iris perfecto que nos separa a cada unos de sus extremos esperando encontrarnos en el cielo, en lo mas alto de su belleza, a los ojos de aquellos que dejaron de creer en los sueños, demostrando una vez más el alto precio de la felicidad, pero su existencia en fin.

Y transitar, ahora si, el sendero de la más utópica primavera, sembrando una flor a cada paso y embriagarme de tus ojos en el silencio de la más autentica paz, la mas autentica felicidad, de este guerrero cansado y su anhelada princesa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias pro el escrito bebe TE AMO.

Antonela