domingo, 3 de febrero de 2008

La Muerte De Morfeo

Otra vez me enfrento a una hoja vacía. En la cabeza se deslizan las frases entre recuerdos y sentimientos. Paradójicas alegrías que perforan el alma. Una sensación de derrota general. Esta vez la caída parece ser de corta distancia, debería estar ileso, pero no, la interminable secuencia de precipitaciones impide cicatrizar mis sueños desangrados.

Me cuesta mucho seguir escribiendo, me cuesta mucho separar el amor del odio, el bien del mal, las ganas de llorar o de reír. Parece que el tiempo y el destino se pusieron de acuerdo para hacerme aparecer en el camino de la gente en el momento menos indicado, siempre es tarde cuando se trata de soñar, siempre es temprano cuando se trata de dormir, será que la realidad es un lugar demasiado superficial para los sueños. Quizás mis sueños sean tan concretos que parecen reales y mis pesadillas tan reales que no parecen malos sueños.

Otra vez mis sueños me condenaron, las cadenas me atan de pies y manos y solo en tus brazos encuentro redención. Te fuiste entre la niebla de tus temores, sin ni siquiera dejar rastro alguno, te llevaste mi corazón en una caja con recuerdos y yo me bebí la razón y me fume el corazón para dejarte ir, para dejarte caminar por ese delgado cable en la altura, haciendo equilibrio.

De nada sirve que te siga desde abajo con los brazos abiertos para no dejarte tocar el suelo, me duele pensar que cuando caigas no voy a estar, que cuando yo reviente no vas a estar, quizás el temor de volar y la belleza de la luna te terminen mareando, espero equivocarme y que esto no suceda, lo que mas quiero es verte feliz, aunque la condición sea no verte mas…

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